Liz Lark Vinyasa creativo

Vinyasa es una práctica de Yoga fluida que nos conecta con la creatividad, la libertad y el flujo de la vida.

Liz Lark

28 de Marzo de 2020 10:00

Profesor/a : Liz Lark

Liz es una gran conocedora del Yoga y pionera de una combinación increíblemente sabia, saludable y enriquecedora llamada YOGA LIBRE.

Vinyasa una práctica con corazón

Vinyasa es una práctica de Yoga fluida que nos conecta con la creatividad, la libertad y el flujo de la vida.

Cruzando al otro lado del arcoíris

Durante un fin de semana de tres sesiones exploraremos junto con Liz Lark secuencias de Vinyasa Yoga muy originales

  • Cada secuencia contiene una mezcla de elementos de diferentes tradiciones de Yoga y disciplinas que les convierte en únicas. Más que vinyasa creativo, muchos denominan su estilo como Yoga libre.
  • En cada sesión viviremos de forma experiencial y accesible el modelo kosha (envolturas del ser), incluyendo mantras (sonido), mudras (gestos) y vayu (energía).
  • Utilizaremos conceptos de medicina china y ayurveda para potenciar nuestro cuerpo y energía.
  • Inspirados en el arte nos moveremos con movimientos fluidos como la danza; evocaremos el sonido a través del canto; y nos fundiremos con la naturaleza y el color a través de imágenes físicas y mentales.
  • Cada sesión concluye con una meditación, visualización y yoga nidra (relajación suave).
  • Utilizaremos el enfoque de la teoría de las inteligencias múltiples como pilar fundamental de aprendizaje.

Este mix de elementos hacen el “coctel” perfecto para movilizarnos e integrar las energías de nuestro cuerpo físico y sutil, así como para divertiremos practicando en grupo.

¿A quién está dirigido este Intensivo?

Práctica esta abierta tanto a principiantes como a practicantes con experiencia y profesores de Yoga.

Las secuencias incluyen opciones de posturas para todos los niveles.

El único requisito es el deseo de practicar para conectar con el flujo de la creatividad y la inspiración.


Liz

Programa:

Sábado 28 marzo

Sesión 1

  • 10:00 a 13:00 hrs. “El árbol bhakti”
  • El árbol es un antiguo símbolo de la sabiduría. KalpaVriksha es el árbol de los deseos en el que se coloca Sankalpa (intención). La secuencia de Vinyasa alrededor de la postura del árbol abarca las enseñanzas de sabiduría utilizando fuentes primarias y contemporáneas.

Sesión 2

  • 15:00 a 18:00 hrs.“Posturas de pájaros”
  • El pájaro simboliza la trascendencia, la aspiración, la libertad. Practicaremos las secuencias de pájaros en Vinyasa flow deconstruyendo posturas pico utilizando soportes, accesorios, y otros métodos, para aligerar y volar.

Domingo 29 marzo

Sesión 3

  • 10:00 a 13:00 hrs. “El guerrero elemental
  • Parte 1

    Los Vinyasas evolucionan a partir de ejercicios somáticos, secuencias de curación realizadas en el suelo con micro movimientos que trabajan con un profundo rendimiento hacia la gravedad. Se explorarán 5 elementos en vinyasa, desarrollando equilibrios con posturas pico o cumbre.

    Parte 2

    Inversiones. Enfoques estructurales para la práctica segura de las inversiones. Trabajo en grupo para apoyarse mutuamente en posturas sobre las manos, de codos, y cabeza.

    Parte 3

    “Dios de la gravedad”. Práctica relajante y relajación somática. (Somático: auto-percepción, experiencial, "cuerpo vivo completo”)

las sesiones se pueden hacer juntas o por separado.

La clave de un Vinyasa creativo: Es una coreografía de posturas realizadas con sus secuencias creativas que invitan a la quietud meditativa durante las asanas.



Liz

Horario

Sábado

Sesión 1 de 10:00 a 13:00

Sesión 2 de 15:00 a 18:00

Domingo

Sesión 3 de 10:00 a 13:00

Precios

Precio por Sesión: 73,00

Precio del Intensivo: 219,00

30 días antes del Intensivo: 182,00

*Es necesario la reserva de plazas previo pago. No reembolso si la cancelación se realiza 14 días antes del intensivo.

Las modalidades de pago pueden ser:

  • Efectivo (en nuestro propio centro)
  • Giro Postal, (indicando claramente nombre de alumno y curso)
  • Transferencia Bancaria a: YOGA CENTER, S.L. nº cta. ES 06 2100 1417 16 0200283014

NOTA: En caso de transferencia bancaria el alumno deberá indicar su Nombre y el del Curso en el que se inscribe, además debe hacerse cargo de los gastos de transferencia.

Entrevista con Liz Lark: “Mis clases son un espacio creativo que permite la receptividad”

Liz Lark es una yoguini que siente, vive y respira yoga. En sus clases da pinceladas de creatividad mezclando posturas que hacen vibrar a sus alumnos, con toques de tradición, mudras, mantras y todos los elementos que hacen de la práctica una auténtica experiencia sensorial.

Yoga Center Madrid tiene la suerte de poder contar con su presencia en un intensivo donde podremos profundizar en nuestra práctica y crear junto a ella secuencias con bella creatividad. Se puede hacer el intensivo completo o sesiones sueltas.

Pregunta.- Liz háblanos de ti y del taller que nos ofreces.

Respuesta.- La práctica y la enseñanza del yoga es una evolución constante, va en paralelo con las diferentes fases de la vida y de su sentido. Cuando sentí los beneficios holísticos del Hatha yoga durante mis estudios en la Escuela de Arte en 1990, me sentí muy atraída por la idea de entender los beneficios del yoga en la mente, el cuerpo y el espíritu, así que me apunté a un curso de profesores en 1990, durante el cuál comencé a realizar una práctica anual de Ashtanga yoga en Creta, en verano.

La coreografía del Ashtanga me obsesionaba y me transportaba gracias a su planteamiento global de constancia en la práctica, la fluidez, la respiración, la concentración y las sensaciones corporales. Estos retos satisfacían mi tendencia “Pitta” y me ayudaban a calmar mi mente caprichosa y errática cuando tenía veintitantos. Esa inmersión creativa nutría mi anhelo de ser creativa y de bailar. Como decía Bruce Lee, “salir de la mente y quedarte en el cuerpo”, es lo que resume la práctica de Ashtanga, reduciendo las preguntas existenciales que pueden causar miedo y ansiedad.

Me encontraba algo paralizada con preguntas como “¿para qué estoy aquí?”. Era capaz de derretir la mente y adaptar el cuerpo a la práctica diaria. Debido a una lesión en la rodilla que me hice esquiando, mi práctica cambió a una más restaurativa, con viparita karani, pranayama y una práctica más de “ser”. Esto me liberó del apego que sentía a la práctica de asanas. Durante esa temporada escribí un libro titulado “Yoga para la vida”, que mostraba el valor de los diferentes estilos y caminos del yoga y que bebía de la sabiduría de Desikachar y su idea de que “todo el yoga es lo mismo”, dejando de lado las comparaciones, al igual que ocurre con las religiones.

Cuando enseñaba en Londres, y esto es ya desde 1995, decidí comenzar a entrelazar una secuencia de Ashtanga con una secuencia creada por mí, aprovechando mis estudios en el máster de Artes Escénicas, que me permitieron tener una visión interdisciplinaria de las artes. Me siento igual con respecto al yoga: no es algo malo integrar estilos distintos siempre y cuando tengan su autenticidad e integridad.

P.- ¿De dónde sacas la inspiración para tus clases y cursos de yoga?

R.- Ahora enseño secuencias creativas en cursos de formación, con mucha inspiración tomada de la Naturaleza, del color, de los elementos, la música, las canciones, la poesía... Resulta muy liberador nutrir el alma o la vida interior con cualquier forma de creatividad. Las influencias principales son mis animales, mi perra y mi gato, “cantando”.

P.- Conoces varios estilos de yoga, ¿cómo creas tus clases? ¿Hay elementos de cada estilo que conoces? ¿Cómo escoges esos elementos para cada clase?

R.- Sigo mis plantillas para ir formando sobre ellas la práctica. Es como un pastel con distintos segmentos o porciones: la primera porción consiste en estar presente, tener conciencia propioceptiva mediante la respiración y el trabajo en el suelo para calentar y lubricar las articulaciones.

La serie Pawanmuktasana (una serie que libera las articulaciones) de las escuelas Satyananda son una parte de esta primera porción y además preparan para las posturas de carga con estiramientos de liberación inspirados en la técnica de danza de la liberación.

El segundo segmento o porción “crece” en la postura a cuatro patas para hacer la postura del gato y todas las variaciones creativas del gato, inspiradas claro en estas preciosas criaturas.

Otra plantilla se centra en cómo mover la columna: flexión, extensión, inclinación lateral, rotación, inversión; esta es una base que utilizo para todas las clases: incluyo todos estos patrones de movimiento.

La siguiente fase es la postura del perro, teniendo en cuenta a los principiantes, y esta idea puede derivar en variaciones de las secuencias del Saludo al Sol o el Saludo a la Luna. Existen infinidad de versiones del Saludo al Sol y nosotros mismos podemos crear una versión propia.

En esta fase estamos listos para las posturas de pie, para las cuales respeto siempre la secuencia de pie de Ashtanga. Mi secuencia básica consiste en equilibrios, flexiones de la espalda, rotaciones, posturas sentados, trabajo en suelo, invertidas, relajación y meditación, y varía según sea el enfoque que le doy a cada segmento.

P.- ¿Tienes un estilo “favorito”? Si es que sí, ¿por qué?

R.- Me encanta combinar el estilo restaurativo (una práctica que te permite rendirte) con la fuerza de la práctica de las posturas de pie de Ashtanga, para estabilizarte y conectar. El enfoque somático es esencial para mí ahora, usar la conciencia sensorial y propioceptiva para liberar. Así sé qué partes de mi cuerpo y de mi columna necesitan fijarse más en el mundo de la danza contemporánea.

Me esfuerzo en cultivar sattwa (el equilibrio). La mayoría de nosotros necesita dejarse ir, liberarse y extender la columna dorsal, así que las extensiones hacia detrás están focalizadas en la columna dorsal y buscan abrir el corazón y cultivar un matiz más fuerte como de un “guerrero con el corazón abierto”.

La relajación de yoga Nidra es un maravilloso bálsamo para “despegar” los apegos (y abandonar así el sufrimiento) y para conseguir una forma de vivir menos controladora. Aprendí de los “klesha” de Patañjali que hay que reflexionar sobre los cinco “tropiezos” que nos enredan en la vida. Cada vez más practico un yoga restaurativo, utilizando apoyos, para poder practicar una aceptación y un abandono mental más profundo con el yoga Nidra, de la Escuela Satynanada.

P. - ¿Cómo preparas tus clases, tus talleres y tus retiros de yoga?

R.- Espero tener tiempo para poder jugar, pasear a la perra, ir a la naturaleza, escuchar música, rodar por el suelo, observar la vida, leer poesía o escribir..., anoto ideas para distintos temas y, como una obra de arte, construir esas ideas como bocetos. Dibujo mandalas, con una imagen central como por ejemplo un puente o un árbol y escribo un poema sobre el árbol. Consulto en libros de yoga en busca de mantras o mudras que se relacionen con el tema que he escogido, como el elemento de la tierra, de un árbol enraizado.

Actualmente estoy investigando en las especias de la dosha kapha, que nos equilibran en los meses invernales. Confío en que mi interpretación artística se desarrolle. Este próximo intensivo será una oportunidad para llevar esas especias de Vinyasa conmigo: “Vinyasa sazonado” basado en el jengibre, por ejemplo. ¡Lo mejor es que vengas y lo veas!

P.- ¿Cuál es el elemento más importante en tus clases?

R.- Evocar paz, un espacio creativo que permita la receptividad, alejarse del control.

P.- Eres una artista, ¿cómo combinas el arte con el yoga?

R.- Como he dicho antes, dibujo ideas, escribo unas líneas de poesía y las uno a un tema. Siento la enseñanza como un árbol. ¿Cuál es el mensaje? Voy a las fuentes que me inspiran, como el Tao Te Ching, la sabiduría china, las enseñanzas del agua y la naturaleza. Observo los mudras que se relacionan con el tema, hago un baile, una secuencia que es segura y accesible, para poder compartirla con la gente, que espero que se sienta enriquecida y conmovida por esta creación.

P.- ¿De dónde viene la inspiración cuando preparas tus clases y tus creaciones de yoga?

R.- Si le dedico espacio, tiempo y confianza, las ideas vendrán solas. Me crie en una vicaría, así que el énfasis estaba en la disciplina espiritual, en cantar, rendir culto... Todo ello tuvo un efecto en mí.

P.- ¿Cuánto hay de preparación y cuánto de improvisación en tus clases?

R.- ¡Esa es una muy buena pregunta! Diría que las hay en la misma medida, como dos especias que se complementan en una comida. Si hay demasiada planificación, la sesión no estará viva y carecerá de espíritu; si hay demasiada poca planificación, ¡la sesión puede ser un desastre caótico! Hay que encontrar el equilibrio entre los dos y confiar en que algo bueno saldrá de la mezcla.

P.- Clases, retiros, libros, talleres..., ¿cómo consigues hacer todo eso?

R.- Gracias, es conmovedor lo que dices. En alguna ocasión he estado preparada para dejar algunas clases, y permitirme que haya espacio para que venga algo más. Vivo por intuición. Me trasladé al campo, lo cual no fue un paso comercial ni sensato, sino un paso que buscaba enriquecer mi vida interior y construir un sentido de comunidad.

P.- ¿Tienes tiempo para practicar yoga con una agenda tan ocupada? ¿Cómo lo haces?

R.- Es una forma de vida. No mido las horas que paso en la esterilla, sino que veo el yoga como la vida, sin que esté determinado o juzgado por el tiempo. Controlo mi diario y, soy autónoma; la práctica del yoga puede ser restaurativa y permitir las reflexiones meditativas con algún movimiento que libere al cuerpo de las tensiones y que además lo fortalezca.

P.- ¿Cómo integras el yoga en tu día diaria, más allá de las clases y los talleres?

R.- El yoga se filtra en todo: en el baile, las comidas, al decidir qué película quieres ver, decidir lo que me hará daño y escoger lo que me hará libre. Aspiro a aprender a bailar y no limito el yoga a la práctica en la esterilla. La nutrición es esencial, aunque no en un sentido rígido ni estricto. Mi punto de vista es el “camino intermedio”. ¡Libera peso siempre que sea posible! Puedo incluso practicar en el bosque mientras paseo a mi perra: ella se sienta a mi lado y me mira, como si fuera mi profesora.

P.- ¿Qué es lo mejor que te ha regalado el yoga?

R.- Libertad, empoderamiento. ¡Vaya, eso son dos cosas! Me quedo con la primera.

P.- ¿Cómo vives el yoga? ¿Cómo describes lo que te hace sentir?

R.- Si puedo seguir la respiración y los movimientos con ahimsa (bondad), me hace sentir amplia. Lo siento como un regreso a purusha (energía), una forma de desprenderse de prakriti (materia). No es algo que pueda asirse o darse por sentado..., es un proceso constante y un curso de liberación, de conciencia y aun así me hace sentirme humilde, en contacto con mi niña interior.

P.- ¿Ha cambiado tu relación con el yoga a lo largo de los años? ¿Cómo?

R.- Sí, ahora tiene menos de fuerza y más de entrega. El ego se va derritiendo, ¡Inshallah!

P.- Te gusta usar frases inspiradoras, ¿cómo las integras en el contexto del yoga? ¿Te inspiran para crear una clase específica o un dibujo o es más un sentimiento general que inspira distintas creaciones?

R.- Tengo que pensarlo, ¡es una buena pregunta! Todos aprendemos y nos inspiramos de maneras distintas (fíjate en las diez inteligencias). Yo aprendo y siento cenestésicamente, visualmente y sensorialmente, así que puedo empezar a sentir con la vista. Entonces me hago una pregunta “¿cómo se siente?”, y sigo un camino que me brinda paz..., entonces me ayudo de las diferentes herramientas de yoga que tengo. Pero soy una principiante, así que estoy siempre aprendiendo.

P.- ¿Cómo comenzaste a recopilar las frases?

R.- Siempre he tenido diarios y cuadernos de bocetos para artistas e iba escribiendo palabras y pintando imágenes y tejiéndolas unas con otras. Soy una gran fan de los graffitis y me gusta fotografiarlos donde quiera que los encuentre (por ejemplo, el Grafitti de Portobello Road).

P.- Respecto a estas citas, ¿sacas la inspiración de cualquier campo de conocimiento o tienes un interés en particular por algún campo específico (literatura, filosofía, ciencia...)?

R.- No soy una académica o una purista. Soy muy curiosa y me he liberado gradualmente de sentirme culpable por ello. Solía sentirme culpable y confundida por no ir a la iglesia cuando descubrí que la iglesia podía estar en el bosque. Tenemos que liberarnos de los condicionamientos, ¿no crees?

P.- ¿Qué le recomendaría a cualquier practicante de yoga?

R.- Que siga sus instintos, que confíe en sí mismo, que sea amable consigo y aprenda de cada cosa y de todo. ¡Y que juegue siempre que pueda!