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Meditación:Arte, Ciencia, Mística

El arte, la ciencia y mística de la Meditación:

El arte de la meditación

 En el arte tratamos de contemplar la belleza, la cual eleva el estado de nuestra mente. En la meditación. el arte es contemplar la belleza contenida en los pensamientos con sus sensaciones, recuerdos, deseos y todo ese continuo vaivén de idas y venidas, desde lo positivo a lo negativo, desde lo que agrada a lo que desagrada, desde el dolor a la alegría.

Cuando aprendemos a observar el arte de todo el entramado que crea  nuestra mente y la naturaleza de sentiros humanos, nos damos cuenta de que nuestra conciencia individual establece códigos finitos y limitados que forman un aprendizaje en nuestro cotidiano vivir y que el meditador entiende que son bellas creaciones pero que necesitan ser trascendidas para experimentar la Belleza del Ser.

 

 

 

La ciencia de la meditación

La ciencia procura desentrañar los misterios de la existencia y la meditación es la ciencia que permite explorar en lo profundo del espíritu a fin de entender en que consiste y si en realidad formamos parte de él. Adentrándones en nuestro interior con el instrumento de nuestra mente, al igual que un microscopio nos acerca a indagar y conocer lo diminuto o un telescopio nos acerca a la lejanía de los astros para saber su configuración y funciones, digo pues, que este instrumento mental que poseemos, nos lleva a través del puente de la meditación a trascender la idea del yo, construida por nuestras facultadas psicofísicas que nos hacen vivir en la ignorancia de la estrechez mental. La ciencia de la meditación nos convierte en científicos conocedores de nuestra Dimensión Suprema.

 

La mística de la meditación

 La mística meditativa nos traslada a la transformación de nuestras personalidad limitada hasta que penetre en la fascinación del Silencio interno, en el que el rumor continuo del pensamiento que nos atrapa cesa y comienza el meditador a escuchar y a vivenciar lo que es perenne e incomprendido por la mente y los sentidos, la música del alma.

En ese estado  no hay dualidad, sólo dicha y es el camino que la meditación utiliza en esta aventura interior para culminar lo más elevado de la conciencia, la mente que no mide o la conciencia sin fronteras

 Meditadores budistas, hindúes, cristianos, sufies, zen, chan, tibetanos, kabalistas, filósofos, científicos y practicantes de tantos sistemas y métodos, hablan de la misma Realidad aunque utilicen nombres distintos. Muchos son los caminos, pero una sola la Verdad..

 Quiero hoy personalizar la mística en el famoso Padre Bede Griffiths (1906-1993) monje benedictino de origen ingles, quien vivió en el sur de la India y acercó la espiritualidad del cristianismo e hinduismo, y su experiencia elevada del llamado Amor INcondicional, o el abandono a lo Supremo.

 

 

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Comentarios 

3 comentarios para este mensaje

22 de Enero de 2013 00:22

vanessa

Vivir minuto a minuto.

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