Meditación
Las sesiones de meditación constan de una parte práctica y otra teórica. La práctica esta basada en los principios esenciales de la mayor parte de las escuelas y maestros de la Tradición, poner consciencia en la experiencia de nuestra vida, lo que le ocurre al cuerpo, lo que le pasa a la mente, será el objeto de nuestra atención.
El planteamiento es pues procedimental y muy humano. El procedimiento no niega profundidad a la práctica.
Nivel general, sesiones serán abiertas a todos aquellos que quieren implicarse en una transformación profunda de sus propias vidas lo largo del año, basada en el libro El tambor silencioso. Cuatro talleres para la meditación.
Programa
El procedimiento meditativo se halla íntimamente unido a la experiencia de nuestras vidas. Es una herramienta física, emocional y psíquica que afecta favorablemente a nuestro modo de vivir y contiene el potencial para consolidar una nueva actitud ante las cosas que nos pasan. Por ello se promueve la práctica de la meditación, planteada desde una paciente perseverancia integrando los puntos de vista del libro El tambor silencioso. Cuatro talleres para la meditación.
La relajación consciente
Conocernos mejor nos ofrece nuevas opciones sobre la experiencia.
Establecernos en el retiro temporal en la postura sentada o echada. La relajación consciente constituye un tiempo necesario de reposo y un espacio para el equilibrio psicofísico.
Nuestra labor será adecuar el cuerpo y la mente desde la entrega y el respeto. La relajación consciente no la tratamos como una técnica de ejercicios corporales o mentales, sino como una actitud consciente.
Los espacios y la consciencia se inician a partir del reconocimiento de los lugares concretos de nuestra tensión, estrés, ansiedad, angustia o miedo.
La confianza incondicional en nosotros mismos
La meditación se trata como un procedimiento preventivo.
El proceso meditativo ha de incluir normalizar esta práctica; introducir cordura y reflexión; asumir y aceptar la experiencia presente. A partir de este reconocimiento no resignarnos a seguir la senda de los espacios conscientes.
La confianza está en nosotros mismos conscientes. Así, serán nuestra actitud y el conjunto de aptitudes adquiridas las que trabajen a favor y faciliten una mejor gestión de determinadas experiencias.
La meditación se trata como un procedimiento preventivo.
Los espacios serenos en las relaciones personales
Meditar integra un espacio sereno entre sujeto y objeto.
La práctica incluye no aislamiento, y prima una acción consciente en la vida diaria.
La relación interpersonal será el centro de un procedimiento coherente, que no separa al sujeto consciente de su ineludible referente. El procedimiento meditativo nos implica personalmente, y al mismo tiempo engarza con una opción de gran interés en las relaciones. La vulnerabilidad del otro ofrece una oportunidad de transformación.
La experiencia de calma
La calma es un profundo misterio que emerge de una actitud.
Nos adherimos al gozo del corazón en un cuerpo y una mente muy humanos. Una nueva relación con nosotros ha de fundamentarse en cómo nos relacionamos con el interior y el exterior. La experiencia de nosotros, cuerpo-mente, se consolida en el recorrido respiratorio consciente y en la profundidad de nuestro desprendimiento. El retiro, u opción temporal de la postura sentada o echada, nos sitúa en la experiencia de calma.
La meditación es un instrumento para la vida, que resurge en la actualidad con fuerza renovadora como una herramienta útil para modificar las experiencias. Las cosas que nos pasan son el referente adecuado, y ante ellas maduramos una perspectiva consciente, de relación con nosotros y los demás, lo que en sí mismo modifica las experiencias.
El objetivo de la meditación
Primeramente, el objeto de la meditación o la meta última es descubrir el verdadero silencio interior.
El estado de relajación consciente es Meditación; prolongar ese estado en el confort y quietud de una postura adecuada para el cuerpo o en la actividad de nuestra vida cotidiana, es el objetivo de nuestras sesiones y ejercicios. Se trata de abrir una perspectiva nueva que esté profundamente asentada en la calma y la serenidad de nuestro cuerpo y nuestra mente.
La meditación es el viaje más fascinante hacia la libertad interior; no es el huir, escapar, alejarse de la llamada realidad cotidiana; más bien es entenderla, comprenderla, ser parte de ella. Una metáfora que puede ayudar a entender este estado es la flor del loto que está en el agua, pero al mismo tiempo no se ve afectada por ella; es enfrentarse valientemente a la agitación constante de nuestro contenido mental, casi en ocasiones parecida a un caballo desbocado y sin control.