Historia mendigos y felicidad
Siempre es digno de admirar a todos aquellos que se esfuerzan por conocer y adentrarse en culturas que nos proporcionan sabiduría. Tal es el caso de mi amigo Iñaki Preciado, tibetólogo y autor de distintos libros, artículos y ensayos, entre los que se encuentra, "Milarepa el gran yogui del Tibet".
Narro ahora una pequeña historia que puede ilustrarnos posturas que podemos adoptar para vivir con mayor pleniitud:
Hace ya mucho tiempo en el Tibet, tres mendigos estaban conversando acaloradamente. Uno de ellos dijo, " desearía ser el gobernador; es el hombre más rico de la provincia y si así fuese viviría con comodidad y todos me respetarían". El segundo mendigo dijo, " yo no estaría contento con eso. Ojalá fuese el rey ya que es el hombre más rico y pòderoso del país; de esta manera viviría rodeado de lujo y todos se postrarían ante mí". El tercer mendigo dió su parecer: "Ya que deseamos obtener algo, ojalá fuese Milarepa". Al escuchar esto, los otros mendigos con asombro preguntaron, quien era Milarepa.
"Milarepa - dijo el mendigo - es un maestro de meditación budista que vive en estas montañas; él ha domado su mente, así que siempre se encuentra contento consigo mismo. Conoce su verdadera naturaleza y no necesita la confirmación de quien es por parte de otros. Es feliz en cualquier situación que se encuentre y nunca pide nada. Eso hace de él, el hombre más rico del mundo".
El conocimiento de la mente y su entendimiento es la mayor de las libertades y liberaciones.
Si uno aprende a tomar lo que ocurre con sentido del humor y positividad, seguramente el universo adora bailar a tu ritmo. Cuanto mayor sea la desesperación por tu lado al desear que las cosas sucedan como tu quieres, mayor es la cantidad de obstáculos que aparecen en el camino de tu existencia.
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