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Sonrisa, Risa, Carcajada

Sonrisa

La sonrisa es un esbozo que concierne ante todo, a la boca y a los labios. Como escribió un experto: "La sonrisa es la manera más fácil de curvar una línea recta". Aparece como señal de agradecimiento, asentimiento, ternura, compasión...Para muchos seres humanos, es un umbral emotivo difícil de traspasar, y por eso se quedan a las puertas de la risa como un invitado que no se atreve a entrar a la fiesta en la que se lo espera. Pero también está la sonrisa posterior a la risa, cuyo gesto revela satisfacción, distensión, alegría íntima y relajación.

Esta es la auténtica sonrisa de felicidad: el sujeto ha ido y ha vuelto. Es donde está y está donde es, inspira y espira con amplitud y la certidumbre de ser quien es.

La Risa

La risa por su parte, dilata todo el sistema vascular arterial con el siguiente rubor por el efecto de los capilares dérmicos del rostro y el cuello, los ojos se adelantan y se activa la glándula lacrimógena hasta el punto de producir un brillo estelar en las pupilas.

El diafragma se afloja tras tensarse y el cuerpo se dobla en dos o se inclina hacia la tierra. La risa es un estallido, una entrega, una expulsión de aire viciado y la incorporación de aire nuevo.

En la risa el sujeto se desnuda de su carácter, la máscara de la persona revela su auténtica naturaleza, su grado de flexibilidad y hasta que punto protege con títulos o palabras su propio mundo emocional.

En la risa el córtex recibe estímulos del hipotálamo tan directamente como un pequeño relámpao que surge sin impedimentos de una misteriosa fuente de energía.

 

La Carcajada

La carcajada es el disparo de la risa, su extroversión máxima. Tan sólo un porcentaje mínimo de personas pueden sostener su alto voltaje más de unos segundos por vez. La mandíbula, floja, trabaja al máximo, la lengua sube de tono, la sangre afluye a las mejillas y uno busca sostén. A los pigmeos, dicen los antropólogos, la risa o los ataques de hilaridad los arrojan al suelo, circunstancia que aceptan con gusto y aumenta, de paso, la risa de los demás.

La carcajada es la auténtica terapia que la risa encierra para nosotros. Puede afirmarse que si no se llega a ella, nuestro cuerpo no goza ni se aprovecha del oxígeno captado tanto como debiera. La sonrisa es la hoja (y su primer amago de fotosíntesis), la risa, la flor y la carcajada el fruto de ese jardín de bienestar que es el buen humor.

 

 

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