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Aprendiendo a fluir y vivir presente
Aprendiendo a vivir presente
Aprendiendo a vivir presente o aquí y ahora, significa entre otras cosas que en vez de permitir que la mente esté dispersa en múltiples direcciones, la atención sea dirigida a la experiencia que se está vivenciando ahora, la experiencia de estar presente, consciente, ahora, aquí, momento a momento. Aunque nuestra mente nos sitúa una y otra vez en el pasado que nos lleva a la historia de nuestra vida, a veces hasta el nacimiento, y asimismo en el futuro que proyectamos, imaginamos o idealizamos, el hecho real, es que todo lo que tenemos es el momento presente y en un parpadeo lo perdemos y experimentamos otro momento posterior y así sucesivamente.
Una autoridad mundial en el ámbito de la psicología positiva, Mihaly Csikszentmihalyi, quien fué director del departamento de Psicología de la Universidad de Chicago y en la actualidad, director del Quality of Life Research Center de la Claremont Graduate University, en California, está muy en la línea del momento presente, cuando comenta,"somos felices cuando una actividad nos absorbe por completo"
El estado de flujo
Siendo uno de los grandes investigadores en la positividad del pensamiento, el optimismo, la creatividad y la felicidad, habla del "estado de flujo", como la capacidad de concentrar la energía psíquica y la atención en planes y objetivos de nuestra elección, planes que sentimos valen la pena realizar porque los hemos decidido nosotros. De esta forma, se disfruta cada momento de lo que se hace. Si hay dispersión, no existe el fluir"
Me parece altamente significativo lo que el pensamiento de Mihaly nos deja entrever con respecto al aquí y ahora, o vivir presente: "La experiencia del estado de flujo, puede provenir de actividades como el arte, la música, un paisaje, o los deportes. Estas formas culturales tienen como objetivo proporcionar el estado de flujo, provocando nuestra atención y concentración absoluta, de manera que cuando disfrutamos de ella, nos olvidamos de nosotros mismos. Si esto es aprendido y llevado a todos los aspectos de nuestra vida, nos damos cuenta que ésta se encuentra en estado de flujo".
En la práctica de Yoga, cuando aprendemos a fluir al estar presentes, atentos, concentrados, se experimenta ese estado de flujo, que nos transporta hacia el bienestar profundo.
Entendiendo la impermanencia
Podemos preguntarnos, ¿porqué no dejar que nuestra mente se mueva donde desee cada instante y salte del presente al pasado y vague donde más y mejor nos convenga, atrapándanos en la memoria del recuerdo y en los planes del futuro? La respuesta pienso que es sencilla. Todo depende del interés del individuo. Ahora bien, para aquellos que deseen conocer y entender lo que podría denominar "realidad", sin adentrarme en conceptos, es entonces cuando se genera la energía que nos moviliza en dirección al encuentro de donde nos sentimos en el ahora, tratando de experimentar la realidad que surge momento a momento y a darnos cuenta de su modificación, cambio e impermanencia. Si no llegamos a comprender esto, se da la imposibilidad de conocer una mayor dimensión que subyace detrás de las experiencias que surgen y pasan continuamente en nuestra psique.
Pasado, futuro y la experiencia del Ahora.
El buddhismo y sus métodos de meditación nos proporcionan un estado de calma, serenidad y plena conciencia de la atención tal y como ha indicado durante años el gran maestro tailandés Ajahn Chah.
Aquí, es necesario aclarar ideas erróneas que se mueven a nivel popular y que se cree que vivir presente, es una especie de anulación de uno mismo. Aclaremos pues:¿ significa que no deberíamos perdernos en los pensamientos, o bien planificar el fiuturo o acaso recordar el pasado? Es obvio que esos procesos corresponden a la naturaleza de los mecanismos de nuestro cerebro y por lo tanto ahí están, sin discusión alguna. Realmente, signiifica que cuando planificamos el futuro o recordamos el pasado, deberíamos saber lo que estamos haciendo. En otras palabras, deberíamos planear o recordar con decisiones deliberadas en nuestra mente, y no formar parte de ellas como una vía de evitar la realidad del ahora. Para darnos cuenta de si esta posibilidad existe, sólo es necesario la experiencia directa y no perderse en disquisiciones filosóficas.
La enseñanza de esto, estriba en darnos cuenta que ese aspecto de centramiento en uno mismo, o el yo egoísta, nos controla y domina haciéndonos caer en el engaño de creer quien en realidad no somos esencialmente.
El ego en la dualidad
Todos sabemos de la fuerza casi insuperable de nuestro ego que nos mantiene atrapados, atravesando por el camino de esta vida limitada preocupados, alimentándolo, defendiéndolo en contra de asaltos hacia él, con aferramiento y apego hacia lo que este ego insaciable desea y rechazando todo lo no querido, en una lucha constante de esa dualidad dinámica entre el apego y la aversión.
Este vivir despierto, atento, presente, no niega el condicionamieto del pasado y el futuro a través de los que la mente viaja con asiduidad, sino en su comprensión y transformación hacia un nuevo destino que es la atención de la realidad del momento presente.
En la actualidad, los métodos y técnicas para el desarrollo de la atención, son recomendados por médicos y psiquiatras como gran ayuda para combatir el estrés, el dolor, y diferentes patlogías y han entrado con gran fuerza e influencia en territorios de la neurociencia, psicología, educación y el mundoo de la empresa.
En palabras de Walpola Rahula, autor del libro ya clásico sobre buddhismo, "Lo que Buddha enseñó", define estas prácticas de forma clara e inteligente: "La atención o presencia mental, es sencillamente, observar, examinar, no identificarse. Tu no eres un juez, sino un científico".
Despertar de la conciencia
Son muchas las tradiciones que hablan de un "despertar de la conciencia" o nacer de nuevo a otro estado. Es obvio que aprendiendo a vivir despierto-a, atento-a, presente, consciente, es otra de las muchas posibilidades que la vida nos ofrece.
Aunque debemos considerar que todo esto es una tarea ardua, a su debido tiempo, podemos llegar a reconocer y entender el contenido mental, contemplar sus orígenes más claramente y experimentar estados más profundos de aceptación y paz.
Pueden venir muy a cuento las reflexiones del monje vietnamita e incansable activista por la paz Thich Nhat Hanh que dice:
"Cada momento de plena atención que llevamos a cabo y cada respiración de la que somos conscientes, ayudarán a establecer paz en el momento presente y a prevenir guerras en el futuro. Si transformamos nuestra conciencia individual, entonces es cuando comenzamos el proceso de cambiar la conciencia colectiva".
¿Cómo es posible traer paz al mundo, si uno no comienza por sí mismo?