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SOBRE LA NO VIOLENCIA

Reflexiones sobre la no violencia y la paz

Vivimos en una sociedad en crisis donde la violencia en sus múltiples formas es una de las manifestaciones más dañinas que altera frecuentemente la estabilidad en la convivencia.
Me parece oportuno que todos sin excepción, nos detengamos a reflexionar e intentemos recuperar el respeto, la tolerancia y el amor que el ser humano se merece.
Homo homini lupus, “el hombre es un lobo entre los hombres”. Freud que citó esta frase, señaló apesadumbrado: ¿Quién tiene el valor de negarlo ante tanta evidencia?


Si la agresividad es innata en el ser humano, también lo es la bondad y la compasión y asimismo la habilidad para controlar e ir más allá de nuestros instintos animalísticos. Sólo un recalcitrante pesimista negaría la imposibilidad de vivir en paz y armonía con nuestros semejantes y la naturaleza que nos rodea y buen ejemplo de esto, son las muchas comunidades existentes que expresan su cotidiano vivir con la alegría propia del bienestar interno y social.

No se necesita matar a 100 millones de personas por medio de guerras y torturas como lo hemos hecho ya. Somos libres para seguir unas formas de actuar totalmente distintas, y ello puede llevarnos a cultivar la no – violencia, como un estilo de vida más viable de lo que pensamos. Esto puede parecer una utopía, pero en mi opinión no lo es.
Tal manera de concebir la existencia, no es realizada por razones o planteamientos metafísicos, sino porque la armonía social y la supervivencia de todos, depende del espíritu  de colaboración. La no – violencia debe convertirse en algo más que un deseo o exigencia económico – social, debe ser la expresión de un sentimiento interior.

Gandhi, exponente de ahimsa

En este siglo, fue Gandhi, maestro de karma yoga (actitud de inegoísmo en la acción,(algo enormemente infravalorado en una sociedad donde el énfasis se pone en competir, destacar y fortalecer el ego al máximo), quien mantuvo muy alto el ideal de la no – violencia, siendo capaz de demostrar su efectividad política a través de la resistencia pasiva. Gandhi inspiró la moderna filosofía y practica de la acción social no violenta, por medio de reuniones, sentadas, manifestaciones y ayunos. Campañas no violentas de reforma social en distintas partes del mundo están siendo testigos del éxito sorprendente del poder transformador de la no – violencia, para lo cual sólo es necesario compromiso con uno mismo y la sociedad a la que se sirve.
Nuestros pensamientos son muy poderosos, determinan las maneras sutiles en las que nos relacionamos con la vida y como interactuamos con los demás. Por otro lado, si somos inteligentes, debiéramos comprender, que toda acción  o semilla tiene una repercusión similar a las características del pensamiento que hemos sembrado, lo cual da a entender, que el ideal de la no – violencia, no está confinado a manifestaciones físicas o verbales solamente, como muchos creen.


Siempre que no estemos  presentes como tolerancia, mínima compasión y amor en el sentido más amplio de la expresión, estará actuando el “yoismo” al que se refería nuestro insigne paisano  D. Salvador De Madariaga, lo cual, inevitablemente disminuye  la calidad de vida en nosotros y los demás, ya que somos responsables de “como” estamos en el mundo.
Nuestra sociedad tiene derecho a nuevos héroes, a líderes en los que prevalezca la fuerza de la razón sobre la razón de la fuerza, cualquiera que esta sea, y practiquen el dialogo para que se comience a construir un mundo en el que la humanidad, -en palabras de Oscar Arias, premio Nobel de la Paz –“tenga la oportunidad de cambiar una historia de  violencia y opresión por una de paz y libertad”.
 


Nuestra mente

Mente y pensamientos

Existe un impulso continuo en todos nosotros que nos empuja a entender que la vida tiene el propósito de buscar o ser felices. Los neurocientíficos, por otro lado, consideran que todo lo que realizamos es para sobrevivir. Sea lo que fuere, ambos aspectos pueden complementarse y no fragmentarse.

 Evaluaciones distintas, debates, discusiones, desacuerdos y mucho más forma parte de la mente humana tratando de desentrañar el misterio del yo y la vida.

Sin embarrgo, un consenso generalizado es que la causa de todo ello es nuestra propia mente, "ladrón que nos roba la calma o amigo que favorece nuestro vivir".

Las enseñanzas de los distintos maestros de prácticamente todas las tradiciones llegan al consenso que debemos aprender a "domar la mente para lograr su transformación hacia un estado sublime".

Solía decir Budha: "Somos lo que pensamos. Todo lo que somos, surge con los pensamientos".

También Suami Sivananda explicaba:"El hombre siembra un pensamiento y recoge una acción. Siembra una acción y recoge un hábito. Siembra un hábito y recoge un carácter. Siembra un carácter y obtiene un destino".

Shakespeare pone en boca de Hamlet: "No hay nada bueno ni malo sino que los pensamientos lo hacen así".

Meditación

Con el fin de entender los procesos mentales, disponemos del instrumento más refinado que podamos imaginar y este, no es otro que la meditación. Hay múltiples formas de describir la meditación: "Traer la mente a casa",  "desentrañar el misterio de la mente", "descubrir el Yo", "

Podemos asimismo decir que la meditación es un proceso de ir más allá de las apariencias de los pensamientos y emoiones aprendiendo a penetrar en la naturaleza de la mente.

La  primera y más fundamental de las prácticas de meditación es llevar la mente a un estado de calma, en la que se establece un estado de paz y estabilidad.

Gradualmente con práctica y paciencia la mente entrará en un estado de equilibrio, consciente del momento presente. En los estados más profundos de meditación observamos nuestros estados sin manipularlos, alterarlos, incondicionalmente, dándonos cuenta de las cosas tal y como son y no como a la mente le gustaría que fueron. El entendimiento de todo ello es una verdadera liberación.

El maestro tibetano Sogyal Rimpoche hace alusión al siguiente dicho:

"El agua, si no la agitas aparecerá clara.

La mente, cuando no se encuentra alterada, encontrará su paz natural, bienestar, felicidad y dicha."