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Buscar en el interior
Buscando en el interior
A veces tenemos la sensación que en nuestro interior se produce una especie de guerra civil, en el sentido que se acumulan pensamientos de todo tipo, tristeza, estados de ansiedad, temor, cólera, sufrimiento, alegría, satisfacción, frustración, recuerdos, impulsos hacia el bienestar y la aspiración por la calma y el sosiego.
Sabemos que es en nuestro interior donde se producen la alegría y el contento y es al decir de grandes sabios, que es en la profundidad de nuestro ser donde hay que encontrarlos..
Una anciana buscaba afanosamente algo que se le había perdido en la calle cercana a su casa, palpando y revolviendo en el suelo. Un hombre que por allí pasaba, se detuvo a observar a la anciana y después de un tiempo, al contemplar la avidez con la que se movía, se acercó a la mujer.
¿Qué has perdido para estar buscando con tanta ansia e interés?
Hace más de una hora que perdí una aguja que tenía para coser.
¿Y donde la has perdido?
Ahí, en el interior de mi casa.
¿Entonces por qué la estás buscando aquí fuera?
¡Es que ahí dentro está muy oscuro!
Existe una palabra en el Yoga que no es otra que Avidya (ignorancia) que domina a los seres humanos ya que la tendencia es a buscar fuera y no en el interior. Es obvio que el mundo externo debe ser aceptado y vivido con inteligencia, sobre todo conociendo los mecanismos que determinan nuestro yo, la Mente.
La historia ilustra claramente que buscar en el exterior es como un espejismo en el desierto. Nos parece real, pero en realidad es engañoso e ilusorio.
Sabiduría, Filosofía y Psicología Perenne
El cultivo de la Sabiduría
Seguramente que en innumerables ocasiones nos preguntamos qué es y donde está la sabiduría. Cuando menos, intentaré acercarme a este tema profundo e intentar plasmar algunas ideas y comentarios al respecto. Por Sabiduría, podemos entender que es algo más que conocimiento, ya que a través de éste obtenemos información, y sin embargo, la Sabiduría, requiere entendimiento. El conocimiento nos informa, pero la Sabiduría nos transforma. El conocimiento es algo que tenemos, pero la Sabiduría es en lo que tenemos que convertirnos.
Como bien afirma Roger Walsh, - profesor de Psiquiatría, Filosofía y Antropología de la Unicersidad de California, Irvine - estamos tan inmersos en nosotros mismos que tendemos a olvidar los tiempos extraodinarios que vivimos y que quizá por primera vez en la historia tenemos a nuestra disposición todas las tradiciones espirituales, y que bajo la superficie de estas impresionantes teologías, filosofías y creencias, existe una filosofía perenne y una psicología perenne que nos situan en la Sabiduría Perenne.
Filosofía Perenne
Podemos establecer al menos cuatro consideraciones para entender lo perenne:
El mundo físico en el que vivimos, no configura toda la realidad y que lo que subyace, - de hecho su naturaleza esencial - para entendernos, es un mundo sagrado, un mundo de la conciencia o espiritual, o Mente - por denominarla de alguna manera-, Universal.
En segundo lugar, nosotros como seres humanos, formamos parte de esta Realidad. Evidentemente, estamos en este mundo que vemos, tocamos, experimentamos, pero en lo profundo de nuestro Ser, està la experiencia de lo sublime, de lo que formamos parte, y que ello somos.
El tercer aspecto, nos indica que tenemos la capacidad de conocer este estado. Si entrenamos y desarrollamos nuestra mente adecuadamente, nuestra atención, refinamos nuestra percepción, es entonces cuando podemos llegar a conocer y a experimentar esta Realidad. Esto tiene gran signifiicado, ya que diferencia la filosofía perenne del dogma.
El cuarto aspecto nos indica que al llegar a reconocer esta Realidad sagrada en nosotros, es el mayor bien y la meta más elevada de la existencia humana, siendo el medio que mejor sirve a cada uno de nosotros, así como a los demás.
Psicología Perenne
Acompañando a la sabiduría perenne, podemos encontrarnos con la psicología perenne que trata de comprender la naturaleza de la mente, ya que nuestro estado mental habitual, todavía no está plenamente desarrollado. La psicología perenne, nos da a entender, que motivado a un estado de nuestra mente todavía inmaduro, no percibimos las cosas tal y como son; nuestras creencias distorsionan; nuestro entendimiento es limitado; no reconocemos nuestra verdadera naturaleza.
Afirma la psicología perenne, que es posible un proceso de crecimiento, un movimiento hacia el despertar y ofrece mapas y medios a fin de poder realizarlo; ya bien sea a través del Yoga, el Taoísmo, el Budismo, Hinduismo o los estados contemplativos de cualquier tradición, podemos encontrar en todos ellos, un conjunto de prácticas y métodos para entrenar nuestra mente hacia esa meta.
Quizá, entre las prácticas que podemos denominar perennes y que son comunes a todas las filosofías buscadoras de dimensiones de realidades que ahora se nos escapan, se encuentran algunas que menciono, y que son elementos de gran ayuda para potenciarnos y reconocer nuestra identidad verdadera:
Motivación, transformación de las emociones, vivir éticamente, desarrollo de la concentración y atención, refinamiento de la conciencia, cultivo del amor y sabiduría, y la contribución hacia los demás con un espíritu de servicio.
Bien decía el gran historiador Arnold Tonybee, que uno debe estar en el ciclo de interiorización y de retorno, es decir; entramos en nosotros para salir más efectiva y afectuosamente hacia el mundo, y al mismo tiempo, salimos hacia el mundo, para penetrar más profundamente en nuestro interior. Es esta la expresión del amor y el despertar a la conclusión que llegó Tonybee, que así son las características de las vidas de grandes personajes que más han favorecido el desarrollo de la civilización y el bienestar del ser humano.
Son muchos los que han contribuido a lo transpersonal en diferentes campos del conocimiento y como referentes menciono a Roberto Assagioli, psiquiatra italiano, creador de la psiconsíntesis, basada en aceptar la vida como un continuo proceso de autoexploración, de crecimiento personal y la realización de un potencial en nosotros todavía por descubrir. Con visiones distintas e interpretaciones dignas de ser tenidas en cuenta, ahí se encuentran en este territorio personalidades como Jung, Aldous Huxley. John Rowan, Claudio Naranjo, Fritjof Capra, David Bohm, R. Shaldrake, A. Grof, Charles Tart, Frances Vaughan, Roger Walsh, Ramdas y tantos más.
Creo recordar que el término de Philosophia Perennis, fué acuñado por el filósofo alemán Leibnitz (1646-1716) - aunque a través de la Teodicea, disciplina filosófica y teológica- tratase de conciliar la existencia de Dios con la presencia del mal en el mundo, es a él a quien se le atribuye la denominación de Filosofía Perenne.
La Filosofía Perenne viene a ser la búsqueda a la Realidad inherente en todo y lo que en realidad es nuestra verdadera Naturaleza.
Termino con tres reflexiones, que aunque corresponden a épocas distintas, su visión de la Realidad Última, queda bien plasmado.
"Ve sólo Uno en todas las cosas; es el segundo el que te descarría". KABIR
" Habla todo lo que desees sobre filosofía, adora a tantos dioses como quieras, observa todas las ceremonias y rituales, canta devotas alabanzas. Así, la Liberación no llegara jamás ni al final de un centenar de edades, sin que llegues a darte cuenta que existe la Unidad del YO". SHANKARACHARYA
"La práctica puede cambiar nuestro horizonte teórico, y puede hacerlo de doble manera; puede conducir a nuevos mundos y suscitar nuevos poderes. El conocimiento que nunca lograríamos permaneciendo lo que somos, acaso sea alcanzable en consecuencias de poderes más altos y una vida superior, que podemos lograr moralmente". WILLIAM JAMES
La sabiduría de los Maestros (2)
Continuando con lo anteriormente expuesto, diré que esa visión apesadumbrada del pensamiento responde a la concepción occidental, porque en otras culturas, especialmente en Oriente y en concreto en el arte indio, la gravedad y el dramatismo existencial no van ligados al acto de pensar, y podemos ver un ejemplo del disitinto tratamiento de este asunto en la representación artística del Bodhisattva, que podíamos tomar como el equivalente oriental del Pensador de Rodin.
Reflejo del pensar en el arte indio
Tomo como figuras, los Bodhisattvas Padpmapani (los bronces de Cachemira de los siglos VII y VIII) muestran un modelo iconográfico muy distinto. Se representan en actitud reflexiva, pero relajada, abierta y expansiva, que viene resaltada por la propia composición de líneas centrífugas, a diferencia del modelo occidental que responde a una concepción predominantemente centrípeta.
El arte oriental nos muestra la plasmación de una ternura pensativa y compasiva, mientras que en occidente se refleja una actitud más narcisista y egocéntrica.
Tal vez de ahí deriva la sensación de pesadumbre del pensador occidental: de esa continua preocupación por nosotros mismos, por ese girar, a menudo obsesivo, alrededor de nuestra propia órbita.Quizá la tensión ante el dolor, ante el sufrimiento de la vida, ante la angustia existencial, se liberaría, simplemente, al extender la mano hacia los demás, al desplegarnos, no al replegarnos.
La solución que nos muestra el arte indio, responde a toda una filosofía de la vida, en la que el pensamiento nos conduce al amor, a la compasión y a la acción desinteresada, liberándonos así de la tensión egotista.
Bhagavad Gita
En el hermoso texto del Bhagavad Gita concebido en forma de diálogo entre Krishna y Arjuna, el primero le explica que aunque estamos encadenados por nuestros actos y sus consecuencias, hay acciones que nos pueden liberar cuando son ejecutadas con absoluto desprendimiento.
Hay una especie de liberación a través del Karma Yoga, donde lo importante estriba en la actitud inegoísta por los resultados de la acción y que está en consonancia con los maestros sufíes quienes dicen "no hay infierno sino individualidad, no hay paraíso sino altruismo."
También el Gita nos enseña el camino de la entrega y el abandono en manos de la Gracia Suprema por medio de la devoción así como la comprensión de una sabidurá que rebasa la experiencia de la individualidad.
Frase de extraordinaria hermosura cuando en el Bhagavad Gita se define al que es sabio: "Un sabio es aquel que mantiene una mente equilibrada en la victoria y en la derrota, en la alabanza y la censura, en el placer y en el dolor".
Lección pues de ecuanimidad.
Ser o no ser
Lo cierto es que todos pensamos y actuamos en la vida, pero deberíamos aprender a discernir entre lo que nos acerca, al menos psicológicamente, a la libertad y la felicidad, y aquello que nos enferma y esclaviza en esta sociedad tan insolidaria, hostil y casi siempre neurotizada.
Creo que el problema del ser humano sigue siendo expresado en las palabras de Hamlet, las cuales tan a menudo en Shakespeare, trascienden su contexto: "Ser o no ser, ésa es la cuestión". El auténtico dilema es decidirnos a SER.
Y es precisamente, la grandeza que encierra la elección de "ser", la que ha gozado de un gran consenso entre autores de distintas épocas y culturas. A ella se refiere Rabindranath Tagore cuando habla de la plasmación de la Verdad del universo en el ser de cada uno de nosotros, tan coincidente con la psicología transpersonal y de alguna manera con ciertas reflexiones metafísicas de fíisicos cuánticos como David Bohm y Fritjof Capra.
Hacia lo mismo apunta la poesía mística del indio Kabir y la de San Juan de la Cruz cuando hablan de la transformación de la conciencia; siendo una vez más, Shakespeare un precursor de esa percepción lúcida de la conciencia,- que en Oriente aparece ya en los grandes pensadores de los Upanishads,- cuando hace decir en Hamlet:
"Esto sobre todo: sé cierto a tu propio Ser, y ello debe seguir como la noche al día, para que entonces no puedas ser falso ante el hombre..."
Bien decía Jung, "tanto en la historia de la colectividad como en la historia del individuo, todo depende del desarrollo de la conciencia."
Continúa en (3)
La sabiduría de los Maestros (1)
Alianza de conocimientos
Voy a intentar aproximarme a diferentes corrientes de pensamiento, que mantienen maestros en variados campos del saber, y creo que lo que en realidad necesitamos, es una especie de alianza del conocimiento, dada la multiplicidad de búsquedas y respuestas que existen.
Sabemos que vivimos en un mundo lleno de contradicciones; existe por un lado un gran avance tecnológico y una sociedad - la nuestra - que ha alcanzado altas cotas de bienestar, pero por otra parte, se tiene la sensación de que el desarrollo de la mente en sus niveles más profundos está todavía por llegar, así como lal capacidad para poner en práctica nuevas formas de actuar.
Hay, sin embargo, muestras relevantes de seres humanos que nos han señalado el camino más noble y digno en la evolución de nuestra especie. Todos ellos alejados de cualquier tipo de dogmatismo, nos han mostrado que su singularidad, su autorrealización, no dependen de la formación o la información adquirida en sus vidas, sino de la transformación de su vivencias interior.
El valor de dar
Krishnamurti decía que la necesidad está, no en querer cambiar la sociedad, sino en el cambio del propio individuo, para que todo el conjunto social viva en mayor armonía y equilibrio, de los cuales parecemos carecer. Buddha, gran conocedor de la mente humana, enseñaba: "Para enderezar lo torcido debes hacer algo más difícil: enderezarte a ti mismo." De ahí que cuando no somos capaces de cumplir con nuestra tarea principal nos precipitemos en la angustia.
La palabra "angustia" - tan arraigada a nuestras vidas - está, según los lingüistas, en relación directa con angosto, estrecho. Y es cuando el corazón se angosta y se ahoga en el egoísmo que el alma sufre. Inversamente, la alegría vital es pura expansividad y depende de un corazón valiente e íntegro, capaz de dar lo mejor de sí mismo.
Es curioso, como en el ámbito de la psicología, lo que llamamos felicidad, se experimenta en mayor medidad cuando hay entrega a los demás, y ésto lo he escuchado hace pocas horas de Guillermo Ballenato, autor del libro, "Merezco ser feliz" en una conferencia en Vigo.
En este sentido, cobran especial valor, las palabras del Premio Nobel de Medicina Sir John Eccles ,- a quien en su día había invitado a participar en un encuentro sobre Yoga, Cerebro y Medicina en Vigo, - cuando dice que "el altruismo es una de las glorias de la cultura humana y debe ser aprendida como aprendemos una lengua".
Pensar
Sin embargo, el ser humano vive apesadumbrado, sin abrir las compuertas de la compasión y el amor hacia los demás, que sería lo único que nos permitiría eludir la falta de alegría que a menudo nos ocasiona pensar en la existencia.
"Pensar", proviene de una voz latina que alude a la operación de pesar, y tiene múltiples significados, - considerar, examinar, reflexionar, calcular, cavilar, rumiar... - unos más superficiales y otros más profundos, pero en definitiva, pensar, especialmente en occidente, ha llegado a convertirse en una actividad que no está exenta de una dolorosa melancolía, que puede llegar a deprimirnos y agobiarnos ante el peso inextricable de la existencia.
El modelo plástico de este estado psicomental está perfectamente plasmado en la obra "El Pensador" de Rodin, en la que la mano ayuda a soportar el terrible peso del pensamiento contenido en la cabeza; pero el escultor francés ha trascendido la pura abstracción, el mero concepto, la simple idea del pensar y ha sabido expresar un estado anímico mucho más complejo y moderno, algo realmente más íntimo y sutil: la pesadumbre y el malestar que acompaña también al pensamiento.
Continúa en (II)
Ni tu ni yo somos los mismos - Historia -.
La realidad es que nada perdura
Parece ser que no nos damos cuenta de la impermanencia de la existencia ya que nuestro deseo es hacer perdurar - imposible - estados de bienestar que no queremos que cambien. Obviamente, una cosa es el deseo y otra la realidad; sin embargo, nuestra mente crea la magia de que eso es posible, es decir, aferrarnos a que no cambie aquello que fervientemente poseemos.
La sabiduría de Buda
Suele contarse que Buda fué el hombre más despierto de su època. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano ni desarrolló tanto la benevolencia y la compasión.Se dice que entre sus primos se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro, empeñado en desacreditarlo y desear, incluso, su muerte.
Cierto día, Buda estaba paseando tranquilamente y Devadatta, escondido en la cima de una colina, le lanzó una pesada roca a su paso.No obstante, la roca no dañó a Buda, quedando solo cerca de él.Así pues Devadatta no consiguió su objetivo.Buda se dió cuenta de lo sucedido, pero permaneció impasible sin perder la sonrisa.
Días después, Buda se cruzó con su primo y le saludó afectuosamente. Muy sorprendido, Devadatta le preguntó:
¿No estás enfadado primo?
-No, claro que no.
Devadatta insistió:
¿Por qué no estás enfadado si sabes que he intentado matarte?
Buda le respondió:
Porque ni tu eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando ésta fue arrojada. Para el que sabe ver, todo es transitorio; para el que sabe amar, todo es perdonable.