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La risa y beneficios fisiológicos

No puedo por menos que comenzar invitando a todos aquellos/as que mostréis interés por este tema,  que os acerquéis a participar de los cursos sobre Risoterapia y también sobre la Kábala que imparte mi querido amiigo Mario Satz, enorme especialista en estos temas.

 Mario es filólogo, ensayista, poeta, novelista, traductor y con obras de excepcional riqueza y estilo literario altamente recomendables. En su libro "Las vocales de la Risa, Risoterapia y Cultura" conduce al lector al paraíso del buen escribir.

 Marsilio Ficino (1433-1499) filósofo renacentista, decía que "si la luz es la risa del cielo, la risa es el sol del alma". Bien sabido es que la risa produce un brillo estelar en las pupilas y una iluminación del rostro, pero donde encuentra mayor refugio la risa es en el diafragma - al que los yoguis denominan el músculo de la vida . que separa la cavidad torácica de la abdominal y que casi siempre va acompañado de movimientos amplios de la caja torácica. En el momento de la inspiración intervienen los músculos más poderosos encargados de ampliarla en sus tres dimensiones: vertical, transversal y anteroposterior.

 Cada vez que reímos nuestro organismo libera endorfinas cerebrales, entre las que se cuentan las catecolaminas, que son hormonas del despertar y preparan el organismo poniéndolo en estado de alerta. La risa se adentra en una primera fase en el sistema nervioso simpático para visitar el parasimpático, el cual como se sabe, hace más lento el ritmo cardíaco, reduce la tensión arterial, regulariza la respiración y la digestión y domina los örganos genitales. En realidad, personalmente le denominaría el Pranayama de la alegría.

 La risa tiene un comportamiento antiestresante y puede observarse como actúa terapéuticamente al hacer descender el nivel de adrenalina en sangre a la vez que un aumento de beta-endorfinas.

 Norman Cousins, quien padecía diversas enfermedades utilizó la risa como elemento curativo; desarrolló un programa de recuperación basado en dosis de vitamina C, actitud positiva, amor, fé y grandes dosis de risoterapia inducida por películas de los Hermanos Marx.

 Entre otras cosas, Cousins solía decir "he descubierto con gozo que diez minutos de risa intensa tiene un efecto anestésico que me libera del dolor durante un tiempo".

 El cuerpo acoge el calor de la risa y ésta, estimula la circulación sanguínes y  el sistema inmunológico, sirviendo por lo tanto para defendernos de las agresiones internas y externas.

 La risa, nos acerca a otros y nos hace sentir vinculados a los demás por el lenguaje sonoro que se extiende entre el grupo. Decía un gran maestro jasídico, "la alegría es el don de darse; la tristeza, el peligro de ensimismarse".

 Aunque por un momento me vaya a una dimensión de alegría espiritual, termino mencionando a Aurobindo: "Los mundos y los universos tuvieron nacimiento porque el Infinito concibió en sí mismo una alegría inconmensurable"

"El tiempo que pasa uno riendo, es tiempo que uno pasa con los dioses".

 


La sabiduría de los Maestros (2)

 Continuando con lo anteriormente expuesto, diré que esa visión apesadumbrada del pensamiento responde a la concepción occidental, porque en otras culturas, especialmente en Oriente y en concreto en el arte indio, la gravedad y el dramatismo existencial no van ligados al acto de pensar, y podemos ver un ejemplo del disitinto tratamiento de este asunto en la representación artística del Bodhisattva, que podíamos tomar como el equivalente oriental del Pensador de Rodin.

Reflejo del pensar en el arte indio

 Tomo como figuras, los Bodhisattvas Padpmapani (los bronces de Cachemira de los siglos VII y VIII) muestran un modelo iconográfico muy distinto. Se representan en actitud reflexiva, pero relajada, abierta y expansiva, que viene resaltada por la propia composición de líneas centrífugas, a diferencia del modelo occidental que responde a una concepción predominantemente centrípeta.

El arte oriental nos muestra la plasmación de una ternura pensativa y compasiva, mientras que en occidente se refleja una actitud más narcisista y egocéntrica.

 Tal vez de ahí deriva la sensación de pesadumbre del pensador occidental: de esa continua preocupación por nosotros mismos, por ese girar, a menudo obsesivo, alrededor de nuestra propia órbita.Quizá la tensión ante el dolor, ante el sufrimiento de la vida, ante la angustia existencial, se liberaría, simplemente, al extender la mano hacia los demás, al desplegarnos, no al replegarnos.

La solución que nos muestra el arte indio, responde a toda una filosofía de la vida, en la que el pensamiento nos conduce al amor, a la compasión y a la acción desinteresada, liberándonos así de la tensión egotista.

Bhagavad Gita

 En el hermoso texto del Bhagavad Gita concebido en forma de diálogo entre Krishna y Arjuna, el primero le explica que aunque estamos encadenados por nuestros actos y sus consecuencias, hay acciones que nos pueden liberar cuando son ejecutadas con absoluto desprendimiento.

Hay una especie de liberación a través del Karma Yoga, donde lo importante estriba en la actitud inegoísta por los resultados de la acción y que está en consonancia con los maestros sufíes quienes dicen "no hay infierno sino individualidad, no hay paraíso sino altruismo."

 También el Gita nos enseña el camino de la entrega y el abandono en manos de la Gracia Suprema por medio de la devoción así como la comprensión de una sabidurá que rebasa la experiencia de la individualidad.

Frase de extraordinaria hermosura cuando en el Bhagavad Gita se define al que es sabio: "Un sabio es aquel que mantiene una mente equilibrada en la victoria y en la derrota, en la alabanza y la censura, en el placer y en el dolor".

Lección pues de ecuanimidad.

Ser o no ser

 Lo cierto es que todos pensamos y actuamos en la vida, pero deberíamos aprender a discernir entre lo que nos acerca, al menos psicológicamente, a la libertad y la felicidad, y aquello que nos enferma y esclaviza en esta sociedad tan insolidaria, hostil y casi siempre neurotizada.

Creo que el problema del ser humano sigue siendo expresado en las palabras de Hamlet, las cuales tan a menudo en Shakespeare, trascienden su contexto: "Ser o no ser, ésa es la cuestión". El auténtico dilema es decidirnos a SER.

 Y es precisamente, la grandeza que encierra la elección de "ser", la que ha gozado de un gran consenso entre autores de distintas épocas y culturas. A ella se refiere Rabindranath Tagore cuando habla de la plasmación de la Verdad del universo en el ser de cada uno de nosotros, tan coincidente con la psicología transpersonal y de alguna manera con ciertas reflexiones metafísicas de fíisicos cuánticos como David Bohm y Fritjof Capra.

Hacia lo mismo apunta la poesía mística del indio Kabir y la de San Juan de la Cruz cuando hablan de la transformación de la conciencia; siendo una vez más, Shakespeare un precursor de esa percepción lúcida de la conciencia,- que en Oriente aparece ya en los grandes pensadores de los Upanishads,- cuando hace decir en Hamlet:

"Esto sobre todo: sé cierto a tu propio Ser, y ello debe seguir como la noche al día, para que entonces no puedas ser falso ante el hombre..."

 Bien decía Jung, "tanto en la historia de la colectividad como en la historia del individuo, todo depende del desarrollo de la conciencia."

 Continúa en (3)

 


La sabiduría de los Maestros (1)

Alianza de conocimientos

Voy a intentar aproximarme a diferentes corrientes de pensamiento,  que mantienen maestros en variados campos del saber, y creo que lo que en realidad necesitamos, es una especie de alianza del conocimiento, dada la multiplicidad de búsquedas y respuestas que existen.

 Sabemos que vivimos en un mundo lleno de contradicciones; existe por un lado un gran avance tecnológico y una sociedad - la nuestra - que ha alcanzado altas cotas de bienestar, pero por otra parte, se tiene la sensación de que el desarrollo de la mente en sus niveles más profundos está todavía por llegar, así como lal capacidad para poner en práctica nuevas formas de actuar.

Hay, sin embargo, muestras relevantes de seres humanos que nos han señalado el camino más noble y digno en la evolución de nuestra especie. Todos ellos alejados de cualquier tipo de dogmatismo, nos han mostrado que su singularidad, su autorrealización, no dependen de la formación o la información adquirida en sus vidas, sino de la transformación de su vivencias interior.

El valor de dar

 Krishnamurti decía que la necesidad está, no en querer cambiar la sociedad, sino en el cambio del propio individuo, para que todo el conjunto social viva en mayor armonía y equilibrio, de los cuales parecemos carecer. Buddha, gran conocedor de la mente humana, enseñaba: "Para enderezar lo torcido debes hacer algo más difícil: enderezarte a ti mismo." De ahí que cuando no somos capaces de cumplir con nuestra tarea principal nos precipitemos en la angustia.

 La palabra "angustia" - takrishnamurti brockwood parkn arraigada a nuestras vidas - está, según los lingüistas, en relación directa con angosto, estrecho. Y es cuando el corazón se angosta y se ahoga en el egoísmo que el alma sufre. Inversamente, la alegría vital es pura expansividad y depende de un corazón valiente e íntegro, capaz de dar lo mejor de sí mismo.

Es curioso, como en el ámbito de la psicología, lo que llamamos felicidad, se experimenta en mayor medidad cuando hay entrega a los demás, y ésto lo he escuchado hace pocas horas de Guillermo Ballenato, autor del libro, "Merezco ser feliz"  en una conferencia en Vigo.

En este sentido, cobran especial valor, las palabras del Premio Nobel de Medicina Sir John Eccles ,- a quien en su día había invitado a participar en un encuentro sobre Yoga, Cerebro y Medicina en Vigo, - cuando dice que "el altruismo es una de las glorias de la cultura humana y debe ser aprendida como aprendemos una lengua".

Pensar

 Sin embargo, el ser humano vive apesadumbrado, sin abrir las compuertas de la compasión y el amor hacia los demás, que sería lo único que nos permitiría eludir la falta de alegría que a menudo nos ocasiona pensar en la existencia.

 "Pensar", proviene de una voz latina que alude a la operación de pesar, y tiene múltiples significados, - considerar, examinar, reflexionar, calcular, cavilar, rumiar... - unos más superficiales y otros más profundos, pero en definitiva, pensar, especialmente en occidente, ha llegado a convertirse en una actividad que no está exenta de una dolorosa melancolía, que puede llegar a deprimirnos y agobiarnos ante el peso inextricable de la existencia.

el pensador de Rodin

 El modelo plástico de este estado psicomental está perfectamente plasmado en la obra "El Pensador" de Rodin, en la que la mano ayuda a soportar el terrible peso del pensamiento contenido en la cabeza; pero el escultor francés ha trascendido la pura abstracción, el mero concepto, la simple idea del pensar y ha sabido expresar un estado anímico mucho más complejo y moderno, algo realmente más íntimo y sutil: la pesadumbre y el malestar que acompaña también al pensamiento.

 Continúa en (II)


El poder del amor

El poder del amor

No creo que tengamos duda en pensar que lo más importante para el ser humano  es el amor en cualquiera de sus expresiones..Un amor poderoso, acompañado de la sabiduría que le corresponde, puede ser la panacea para curar las enfermedades del mundo, comenzando por las nuestras. Existe un poder curativo en nuestro interior y todo lo que necesitamos es buscar los medios para que se manifieste..

 Todos deseamos seguridad y bienestar tanto para nuestros allegados como para nosotros mismos.y solamente nos queda por cultivar un amor poderoso e imparcal..

¿Qué es lo que hace que nos sintamos dichosos y con sensación de abundancia interior? ¿Qué es lo que hace que nuestras relaciones íntimas y familiares y de amistad sean nutridoras de vida, vitalidad y alegría en vez de un territorio de frustradas expectativas, y recriminaciones constantes? ¿Qué es lo que hace que los niños tienen la sensación que crecen, se sienten protegidos, queridos y que son bienvenenidos y recibidos con cariño, y no con indiferencia? ¿Qué es lo que hace al mundo se sienta "bendecido", un lugar en el que nos sintamos libres de explorar y compartir nuestras vidas y dejar de guerrear, buscar diferencias y que sea el odio y la violencia lo que ocupe nuestro corazón?

El amor fortalece y acrecianta nuestros estados de ánimo psicofísico, la compasión, comprensión, amor y bondad, y el disfrute de nuestra existencia.

 


La luz, risa del cielo

La luz, risa del cielo

Marsilio Ficino, filósofo y humanista del Renacimiento certeramente escribía sobre la luz:

 La risa del cielo, provocada por la alegría de las potencias divinas, es decir, por la luz, calienta y regocija todo.

La luz es la risa del cielo que determinan, desde él, los espíritus celestes, pues observamos que cada vez que los seres humanos disfrutan y gozan y sus rostros sonríen, su ánimo se dilata y su expresión resplandece, en particular sus ojos, que son reflejos de las estrellas, pues ejecutan, a instancias de éstas, movimientos circulares.

 La luz es la primera forma del primer cuerpo. Es tan perfecta que no existe inactiva ni separada de cualquier acto que imaginemos, siempre y en cada ocasión nos revela su vigor y brota con tanta eficacia que se propaga en un instante a través de todas las cosas sin separarse de su fuente.

De lumine, 1492

 


El invitado

El invitado

Gozaba de una gran consideraicón por tener un carácter sereno y compasivo. Una familia muy rica había oído hablar de él y deseaba conocerlo ya que su fama era amplia y, por lo tanto querían de alguna manera "lucirlo" ante sus invitados.

Esa familia, se puso en contacto con él y le invitaron a una importante comida. El hombre llegó modestamente vestido y enseguida se dió cuenta de que los presentes evitaban saludarlo o de que incluso los criados le servían con desgana.

Abandonó unos minutos la casa y volvió ataviado con una elegante e impresionante túnica. Los dueños e invitados de la casa lo saludaron muy efusivamente y los criados le servían con el mayor de los esmeros. LLegó el momento de pasar al comedor para celebrar la comida. Le dijeron al hombre qué asiento le correspondía. Se despojó de la túnica, la cual le confería autoridad y con descaro la arrojó sobre la silla.

-¿Por qué hace eso? - le preguntaron todos estupefactos

- Ha sido mi túnica y no yo la que ha recibido vuestro respeto y consideración. Que se quede ella a comer con vosotros.

Y sosegado y sonriente, abandonó la casa con una gran alegría interior.

Si reflexionamos, nos daremos cuenta que solemos poner la atención en lo banal y no lo importante.