Blog

Disfruta de nuestros artículos y compártelos con tus amigos

Tags en el tema de "historia" RSS icon


El misterio de la vida

La incertidumbre de la existencia

Todos vivimos instalados en la incertidumbre y el futuro es incierto escapándose de nuestro control. ¿Es el azar?, ¿ es la voluntad de Dios?, ¿estamos programados?. La verdad es que busquemos por donde busquemos y aún cuando tratemos de convencernos con múltiples acercamientos al misterio de nuestra existencia, no nos queda más remedio que participar del juego de la vida con la mayor habilidad e inteligencia que nos sea posible. ¿Quién sabe lo que le espera a uno, quién sabe lo que es bueno o malo en un momento dado, en definitiva, quién sabe desentrañar porqué estamos aquí y si hay causa alguna que lo justifique. Veamos lo que esta historia nos puede indicar, ya que nunca se sabe lo que es bueno o malo:

¿Quién sabe lo que es bueno o lo que es malo?

 Hace ya algún tiempo, había un granjero que vivía en las afueras de un pequeño pueblo; este hombre era realmente pobre; poseía un pequeño terreno, una diminuta casa en la que vivía con su único hijo y un caballo.

 Un buen día, el caballo se escapó del corral. Siendo la única propiedad del granjero, los vecinos se acercaron a consolarle por la pérdida, diciéndole, "esto es terrible! Eras muy pobre antes, pero ahora mucho más; qué mala suerte! Es lo peor que pudo haber ocurrido!

 El granjero al escuchar esto, encogiéndose de hombros dijo: "Quién sabe lo que es bueno o malo".

 El granjero arregló la valla y dejó la puerta del corral abierta. Al día siguiente, el caballo regresó entrando en el corral seguido de un numeroso grupo de caballos salvajes. Al conocer ésto, los vecinos se acercaron una vez más, en este caso para participar de la alegría del retorno de su caballo acompañado de otros muchos, diciéndole, ¡Oh, esto es marvilloso! Antes eras el hombre más pobre del pueblo y ahora te has convertido en el más rico! ¡Qué buena suerte! ¡esto es lo mejor que puede haber ocurrido!

 El granjero de nuevo encogiéndose de hombros dijo:"Quién sabe lo que es bueno o lo que es malo".

 Al día siguiente, el hijo del granjero  se dedicó a domar los caballos salvajes. Al montar uno de ellos, en un moviminto violento, cayó al suelo con tan mala fortuna que se rompió una pierna. Al conocer este accidente, de nuevo los vecinos vinieron a consolar al granjero. ¡ Qué mala fortuna!¡Ahora tu hijo no puede trabajar, ni domar los caballos ni ayudarte a recoger la cosecha, y es lo peor que podía pasarte!

 El granjero al escuchar todo esto, se encogió de hombros y una vez más dijo, "quién sabe lo que es bueno y lo que es malo".

 A los pocos días aparecieron en los pueblos de los alrededores los soldados del rey reclutando a todos los jóvenes para llevarlos al campo de batalla, yendo todos ellos sin duda hacia una muerte segura.

 Debido a que el hijo del granjero tenía una pierna rota y no podía valerse por sí mismo, quedó exento de ser reclutado salvando su vida.

 Así que, ¿ quién saba lo que es bueno o lo que es malo?


Buscar en el interior

Buscando en el interior

A veces tenemos la sensación que en nuestro interior se produce una especie de guerra civil, en el sentido que se acumulan pensamientos de todo tipo, tristeza, estados de ansiedad, temor, cólera, sufrimiento, alegría, satisfacción, frustración, recuerdos, impulsos hacia el bienestar y la aspiración por la calma y el sosiego.

 Sabemos que es en nuestro interior donde se producen la alegría y el contento y es al decir de grandes sabios, que es en la profundidad de nuestro ser donde hay que encontrarlos..

 Una anciana buscaba afanosamente algo que se le había perdido en la calle cercana a su casa, palpando y revolviendo en el suelo. Un hombre que por allí pasaba, se detuvo a observar a la anciana y después de un tiempo, al contemplar la avidez con la que se movía, se acercó a la mujer.

 ¿Qué has perdido para estar buscando con tanta ansia e interés?

 Hace más de una hora que perdí una aguja que tenía para coser.

 ¿Y donde la has perdido?

 Ahí, en el interior de mi casa.

 ¿Entonces por qué la estás buscando aquí fuera?

¡Es que ahí dentro está muy oscuro!

Existe una palabra en el Yoga que no es otra que Avidya (ignorancia) que domina a los seres humanos ya que la tendencia es a buscar fuera y no en el interior. Es obvio que el mundo externo debe ser aceptado y vivido con inteligencia, sobre todo conociendo los mecanismos que determinan nuestro yo, la Mente.

La historia ilustra claramente que buscar en el exterior es como un espejismo en el desierto. Nos parece real, pero en realidad es engañoso e ilusorio.


Guru y discípulos

En el deseo que anida en nuestro interior por descubrir y experimentar algo que podamos considerar excepcional, solemos entregarnos, ser seguidores ciegos y aceptar enseñanzas que no comprobamos si son veraces o mero fruto de querer ver las cosas como nos gustaría que fuesen. Siempre es conveniente mantener una mente con capacidad de discernir.

 Como bien decía el poeta inglés William Wordsworth:"Lo que necesitamos, no es la voluntad de creer, sino el deseo de descubrir".

 En una ocasión, un guru, se dirigió al Ganges en Haridwar en el Norte de la India a fin de tomar un baño purificador, y al que iban acompañando numerosos discípulos. Este maestro, como era costumbre en él, llevaba una vasija que solía utilizar para trasnportar agua del río sagrado y situarla en el altar en su ashram.

 Al llegar a orillas del río, se sentó a meditar unos instantes y sus seguidores quedaron a cierta distancia respetando el silencio y quietud de su maestro.

 Al salir de su estado meditativo, el guru excavó un hoyo, introdujo la vasija y apiló un montón de arena encima como señal. Se levantó y se sumergió en el Ganges para tomar su baño purificador.

 Sus discípulos, sin saber la causa del montón de arena y suponiendo que formaba parte de un ritual, hicieron montones similares a lo largo del banco de arena.

 Cuando el maestro terminó su baño, se dirigió a buscar la vasija y en lugar de encontrar un montón de arena, descubrió que toda la orilla estaba cubierta de montones parecidos. Atónito, se dirigió a sus discípulos y les preguntó cual era la razón de todo aquello.

 Al saber que únicamente habían tratado de imitarle, el guru reprendió a sus seguidores al ser tan necios de llevar a cabo acciones ciegamente y sin conocer el propósito de las mismas.

 Aquí, no sería preciso añadir que encontrar la vasija no fué tarea sencilla.


Golf, Jesús, Moisés y Tiger Woods

Golf, Jesús, Moisés y Tiger Woods

Jesús y Moisés se van a jugar al golf y son grandes admiradores de Tiger Woods, uno de los más grandes jugadores de la historia del golf. Ambos disfrutan estando al aire libre y se divierten.Se acercan al primer hoyo que es un par 4, y Jesús coge un hierro 7 para lanzar la bola. Moisés viendo esto, le dice que sería mejor golpearla con un driver o madera a fin de llegar más lejos. Como toda contestación, Jesús dice a Moisés: "Tiger Woods lo hace". 

 Jesús se concentra, golpea la bola y ésta se desvía hacia un lago al lado izquierdo de la calle. Jesús va a recogerla y gracias a sus poderes camina por el agua e insiste en golper de nuevo con el mismo hierro 7.

 Moisés al ver esto, se dirige de nuevo a Jesús y le indica una vez más que golpee con el driver que es mucho más potente. Por respuesta, Jesús le reitera: "Arnold Palmer lo hace".

 De nuevo, la bola se cae en el lago, y Jesús como de costumbre se va a recogerla caminando sobre el agua. A todo esto, una pareja de jugadores se estaba acercando a ese hoyo para iniciar su partida, y muy sorprendidos al ver a un hombre caminando sobre el agua gritan con enorme extrañeza: ¡"Pero bueno! ¡ quién se cree ese que es, Jesús o qué!

  Moisés al escucharles, les dice con énfasis, ¡¡no, no, que va, lo malo es que se cree que es Tiger Woods!


la feria mundial de las religiones

Antony MelloComo antesala o preámbulo a un artículo que he escrito y que titulo "El privilegio de Dios", y que pronto aquí aparecerá, quiero contar una historia que pertenece al sacerdote jesuita de origen hindú, Anthony de Mello, (1931-1987) y tomada de su libro "El canto del pájaro".

"Mi amigo y yo fuimos a la feria. La Feria Mundial de las Religiones. No era una feria comercial. Era una feria de la religión. Pero la competencia era tan feroz y la propaganda igual de estruedosa.
  En el stand judío, nos dieron unos folletos en los que se decía que Dios se compadecía de todos y que los judíos eran su pueblo elegido. Los judíos. Ningún otro pueblo era tan escogido como el pueblo judío. 
  En el stand musulmán, supimos que Dios era misericordioso con todos y que Mahoma era su único profeta. Que la salvación se obtiene escuchando al único profeta de Dios.
  En el stand cristiano, descubrimos que Dios es Amor y que no hay salvación fuera de la Iglesia. O se entra en la iglesia o se corre el peligro de la condenación eterna.
  Al salir pregunté a mi amigo, "¿qué piensas de Dios?. "Que es intolerante, fanático y cruel", me respondió.
 Cuando llegué a casa le dije a Dios, "¿Cómo soportas estas cosas, Señor? ¿No ves que han estado usando mal tu nombre durante siglos?
  Y me dijo Dios "YO NO HE ORGANIZADO LA FERIA. INCLUSO ME HABRÍA DADO VERGÚENZA VISITARLA"

Historia: Vacía tu taza

Las historias contienen enseñanzas de extraordinario valor, nos pueden hacer reflexionar y llegar a conclusiones que pueden ser de gran ayuda en nuestra vida. Me decido a contaros esta historia que espero os agrade:

 Un hombre dedicó años de su vida a la lectura de libros sobre el Yoga y su filosofía. En una ocasión, le hablaron de un gran Maestro y fué a conocerlo con el fin de obtener instrucciones. El guru, le invitó a sentarse a su lado y el hombre comenzó a contarle al maestro todo lo que había leído y comprendido de sus lecturas, comentando que el Yoga es esto, el yoga es aquello y así sucesivamente durante largo tiempo, emitiendo opiniones y juicios de valor.

 Después de escucharle, el maestro sugirió que tomasen una taza de té. El maestro comenzó a servir el té en la taza de este nuevo discípulo. Llenó la taza totalmente y continuó sirviendo más té, el cual  se iba desparramando por la mesa y por el suelo. En un momento dado, el discípulo no pudo contenerse y dijo:" Basta!, la taza ya está más que llena y es imposible que quepa más té!

 El maestro se detuvo y dejó de echar té en la taza y pausadamente dijo: "Al igual que esta taza, tu mente está llena de ideas preconcebidas y de opiniones. ¿Cómo es posible que aprendas algo a no ser que vacíes tu taza?"

 Muchos practicantes de yoga han leído y escuchado tantas teorías que cuando se acercan para aprender y profundizar, es imposible que nada penetre en su mente ya que su "taza" está abarrotada generalmente de nociones equivocadas.

 El que uno se acerque con una taza o mente vacía, no significa no utilizar la inteligencia y ser un seguidor ciego, sino mantener una mente abierta y receptiva, manteniendo cualquier enjuiciamiento, al menos hasta que uno haya experimentado la práctica y enseñanza durante un tiempo.

Shunryu Suzuki Roshi, gran maestro Zen, solía decir, "En la mente de principiante existen muchas posibilidades; en la del experto, muy pocas."

 La mente de principiante es amplia y está abierta, teniendo sed de conocimiento, una taza vacía. Así pues, si hay amplitud de miras y estamos libres de idealizaciones, la mente se hace inquisitiva, receptiva, dispuesta al aprendizaje con discernimiento.

 


Enseñanza Zen

A veces no sabemos adonde vamos

A fin de aprender, es importante ser humildes y darnos cuenta, que en realidad es poco lo que sabemos y mucho lo que  desconocemos. Hay una hermosa historia contada por Seung Sahn,(1927-2004) maestro zen coreano, precursor de la enseñanza "Don´t know mind" "(No sé), que recrea este aspecto:

 Cuenta la historia de un rabino en Rusia, que hacia principios del siglo pasado, iba caminando por la plaza principal de un pueblecito, dirigièndose a realizar sus oraciones diarias, y se encontró con el jefe de la policía local, quién tenía una personalidad malhumorada. Dirigiéndose al rabino, le preguntó." ¿Adonde vas"?, a lo que el rabino contestó: "No lo sé...." El policía con cierto tono de enfado,  le dice, "¿que quieres decir con no lo sé?." Durante veinte años has estado cruzando esta plaza para orar en el tabernáculo, y estás tratando de decirme que no sabes hacia donde vas?". El jefe de la policía estaba tan enojado, que sujetando con fuerza al rabino se lo llevó en volandas al calabozo. Cuando estaba empujándolo para introducirlo en la celda, el rabino dijo: Los ves, uno no lo sabe!


Historia mendigos y felicidad

 

 Siempre es digno de admirar a todos aquellos que se esfuerzan por conocer y adentrarse en culturas que nos proporcionan sabiduría. Tal es el caso de mi amigo Iñaki Preciado, tibetólogo y autor de distintos libros, artículos y ensayos, entre los que se encuentra, "Milarepa el gran yogui del Tibet".

 Narro ahora una pequeña historia que puede ilustrarnos posturas que podemos adoptar para vivir con mayor pleniitud:

Hace ya mucho tiempo en el Tibet, tres mendigos estaban conversando acaloradamente. Uno de ellos dijo, " desearía ser el gobernador; es el hombre más rico de la provincia y si así fuese viviría con comodidad y todos me respetarían". El segundo mendigo dijo, " yo no estaría contento con eso. Ojalá fuese el rey ya que es el hombre más rico y pòderoso del país; de esta manera viviría rodeado de lujo y todos se postrarían ante mí". El tercer mendigo dió su parecer: "Ya que deseamos obtener algo, ojalá fuese Milarepa". Al escuchar esto, los otros mendigos con asombro preguntaron, quien era Milarepa.

 "Milarepa - dijo el mendigo - es un maestro de meditación budista que vive en estas montañas; él ha domado su mente, así que siempre se encuentra contento consigo mismo. Conoce su verdadera naturaleza y no necesita la confirmación de quien es por  parte de otros. Es feliz en cualquier situación que se encuentre y nunca pide nada. Eso hace de él, el hombre más rico del mundo".

 El conocimiento de la mente y su entendimiento es la mayor de las libertades y liberaciones.

 

Si uno aprende a tomar lo que ocurre con sentido del humor y positividad, seguramente el universo adora bailar a tu ritmo. Cuanto mayor sea la desesperación por tu lado al desear que las cosas sucedan como tu quieres, mayor es la cantidad de obstáculos que aparecen en el camino de tu existencia.


Historia del padre, el hijo y el burro

El padre, el niño y el burro

Las historias ilustran claramente realidades de lo cotidiano y nos hacen reflexionar y entender, que aquello en ellas contenido, encierran un conocimiento que nos hace despertar y darnos cuenta de las lecciones que nos enseñan.

 Los seres humanos tendemos a juzgar, criticar y a estar en casi permanente desacuerdo con los demás: quizás seas una característica de nuestra estructura cerebral y mentral, al estar instalados en un yo, difícil de desembarazarse de sí mismo y allegarse a conocer y simpatizar con los otros.

 Un padre acompañado de su hijo de corta edad y su burro, tenían que cruzar semanalmente la plaza principal de un pueblo para dirigirse a realizar unos trabajos en una aldea un tanto distante. Un buen día, el niño iba montado en el burro y el padre caminando cerca del mismo pasaban por la plaza del pueblo, un tanto concurrida de vecinos, - como era habitual -, que miraban con curiosidad la escena que se presentaba ante sus ojos. Una vez rebasada la plaza principal, los vecinos comenzaron a criticar ácidamente: "Será posible? ¡el niño, fuerte y robusto sobre el burro, y el pobre padre un tanto mayor y achacoso caminando! ¡ Qué poca verguenza!

 Habiendo llegado estos comentarios a oídos de este hombre, la siguiente semana, era él mismo el que iba sobre el burro y el niño caminando, azuzando al animal. Los vecinos del pueblo al ver esto, arremetieron con sus críticas hacia el padre: "Qué poca verguenza! ¡ el pobre crio caminando y él tan contento sobre el burro! ¡qué padre más despiadado!

 Con el fin de no recibir tantas críticas, a la semana siguiente, pasan delante de los vecinos del pueblo, tanto el padre como el hijo montados en el burro; al ver esto, aquellos que estaban sentados en la plaza muestran abiertamente sus críticas: "Cómo es posible que tengan tan poca consideración por el animal.¡los dos, sentado tranquilamente y el pobre animal, derrengado, llevándolos sobre su lomo!"

 Al pasar el tiempo, y tener una vez más que pasar por el pueblo, y evitar de una vez por todas, todo tipo de crítica, el padre y el hijo van caminando, llevando al burro atado con una cuerda. Al ver esto, los vecinos del pueblo, no pueden dejar de exclamar: "¡ Serán estúpidos!, para qué quieren el burro, los dos caminando y el burro moviéndose a sus anchas; qué poco cerebro tienen!"

 Es imposible satisfacer a todos en todo momento. Lo importante es saber tomar decisiones sabias sin estar pendientes del que dirán.

 


La impaciencia

Historia de la impaciencia

Verdaderamente la impaciencia nos consume. Hay en nosotros una necesidad imperiosa de que las cosas se den en nuestra vida de forma inmediata; sin embargo, la paciencia es una virtud que nos llega con un firme propósito al éxito

 Un hombre estaba dispuesto a recibir enseñanzas de naturaleza espiritual. Para ello, acudió a un bosque donde vivía un afamado maestro al que encontró sentado realizando sus prácticas de meditación. El hombre, aguardó a que el maestro terminase sus prácticas, y, después de presentarse, pidió al maestro que le transmitiese sus enseñanzas.

- Permanece conmigo unos días y te iré mostrando cual es el camino hacia la liberación de la mente -.

- No, no puedo esperar tanto tiempo - dijo el hombre -. Quiero recibir tus instrucciones enseguida.

- Esta no es la actitud correcta - dijo el maestro - pero conozco un gran yogui que quizá te pueda enseñar al momento. Vive a unos cuantos kilómetros de aquí, en un bosque de mangos. Visítale en mi nombre, pero te hago un ruego: Te entrego esta cajita para que se la entregues en cuanto lo veas.

-Así lo haré, dijo el hombre -.¿Pero, estás seguro que me dará sus enseñanzas en el acto?

- Prueba a ver -.

El hombre partió precipitadamente y comenzó a caminar con paso veloz, llevando la cajita en la mano. De repente, escuchó un ruidito en la caja y sintió curiosidad por saber de que se trataba. abrió la cajita y un ratoncillo que había dentro saltó fuera de la misma y salió corriendo. Fué imposible seguirlo. El hombre cerró la cajita y prosiguió caminando.

Sentado en estado de meditación profunda se encontraba el yogui cuando llegó el hombre al bosque donde el sabio vivía.

-Perdone que le moleste swamiji. Tengo una cajita que me ha sido entregada por el maestro que vive en el bosque de banianos y que me ha dicho que os la entregara. El motivo de mi visita es que quiero recibir las más sublimes enseñanzas espirituales enseguida. Quiero que me muestres la vía de la liberación de la mente.

-Dame antes la cajita - dijo el yogui

Con mucha atención, el maestro abrió la cajita y la encontró vacía.

¿Había algo dentro?, preguntó.

-Sí, repuso el hombre vacilante-. Un ratoncito.

Y el maestro con gran firmeza le dijo:

-Si no eres capaz de cuidar un ratoncito, ¿cómo vas a tener la paciencia y madurez suficiente para recibir enseñanzas profundas? Puedes irte y no olvidies nunca que la impaciencia es uno de los grandes obstáculos para el aprendizaje espiritual.


historia el santo y el ladrón

Recuerdo en algún momento haber leído de Swami Sivananda la enorme importancia de la atención, concentración y meditación para controlar la mente y asimismo, entenderla. En algún caso, ponía como ejemplo la concentración que podía llegar a desarrollar un ladrón para llevar a cabo su faena. Veamos esta historia:

El santo y el ladrón

Era un hombre de comportamiento impecable y gran pureza interior, pero su dificultad radicaba en que tenía una mente vacilante y desconcentrada, lo cual hacía que le costase mucho esfuerzo contener los pensamientos y enfocarlos.adecuadamente.

En una ocasión, paseando al anochecer, al pasar por una callejuela vió como un ladrón trepaba hábilmente por la pared de una casa, y muy concentrado abría la ventana, entraba en la casa y en minutos salíia con lo que había hurtado.

Le esperó en la parte de abajo de la casa y cuando el hombre hubo descendido, le dijo: "Nunca pensé que tu podías ser mi maestro".

El ladrón no daba crédito a lo que estaba oyendo. -¿De que puedo yo ser maestro? - preguntó - : No soy más que un pobre ladronzuelo. No hay nada de lo que yo pueda ser maestro.

-Te equivocas. Tu eres un gran maestro; un maestro de la atención. De ahora en adelante tu serás mi maestro de atención y concentración y yo de ética. Con ética y atención, lograremos que brote la sabiduría.

 

 


Apreciar lo que hay

Apreciar lo que hay. Una historia de Anthony de Mello

Viajero:

-Qué tiempo hará hoy?

Pastor:

- El tiempo que a mi me gusta

Viajero:

¿Como sabe que hará el tiempo que a Vd., le gusta?

Pastor:

Habiendo descubierto que no siempre puedo tener lo que a mi me gusta, he aprendido a disfrutar siempre lo que recibo. Por ello, estoy seguro de que tendremos el tiempo que a mi me gusta.


Mente equilibrada

Enseñanza de una mente equilibrada


Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente. Sólo tenía un discípulo, al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística. El cielo se había teñido de una hermosa tonalidad de naranja-oro, cuando el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó:

--Querido mío, mi muy querido, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos. El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro. --¿Qué te respondieron los muertos? -preguntó el maestro. --Nada dijeron.-.En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos.

El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al instante: --¿Qué te han respondido los muertos? --De nuevo nada dijeron -repuso el discípulo.

Y el maestro concluyó: --Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros. *El Maestro dice: Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo más allá de ambos.
 


Apreciar lo que hay

apreciar lo que hay

Viajero:

-¿Que tiempo hará hoy?

Pastor:

- El tiempo que a mi me gusta -

Viajero

-¿Cómo sabe que hará el tiempo que a Vd. ke gusta?

Pastor:

- Habiendo descubierto que no siempre puedo tener lo que a mi me gusta, he aprendido  a gustar siempre de lo que recibo. Por ello seguro de que tendremos el tiempo que a mi me gusta.


Sabiduría interior

Sabiduría interior

El gran indólogo Heinrich Zimmer (en la foto) solía contar la historia de un rabino, la cual era atribuida a los cuentos jasíicos de Martin Buber:(foto 2)

Un rabino de Cracovia había soñado que en Praga, frente al Palacio del Rey y en un puente al lado del río había un tesoro escondido. Como el sueño era muy insistente en hacerle ver que ese tesoro se encontraba en ese lugar, decidió emprender camino hacia Praga.

Después de un enorme esfuerzo y días de viaje, llegó al sitio donde supuestamente el tesoro se encontraba. Allí estaba el puente y al otro lado del río el Palacio Real.

Al observar más detenidamente el puente en el cual iba a buscar el tesoro, se dió cuenta que alrededor del mismo, la guardia real vigilaba los alrededores del palacio y era por lo tanto imposible para él acercarse a investigar en el puente.

Decidió aguardar a que se presentase el momento propicio, Así que transcurrieron unos cuantos días y los soldados no abandonaban su guardia. Ocurrió que el capitán que estaba al frente de la vigilancia, al ver al rabino merodear por esa zona durante varios días, se acercó a él con el fin de preguntarle que hacía en esa zona.

El anciano rabino le explicó que había tenido un sueño y que un tesoro estaba escondido en el puente. Al escuchar estas palabras, el capitán de la guardia rompió en carcajadas y dijo: '¿Un sueño?, ¿un tesoro?. Pues yo he soñado que en Cracovia, en la casa de un rabino y debajo de su estufa en la cocina se encuentra un tesoro enterrado.

Al escuchar esto, el rabino une sus manos en un gesto de saludo, y en silencio se retira. Regresa a Cracovia y en su casa, debajo de la estufa, allí enterrado encuentra el tesoro.

Buscar el tesoro de la sabiduría en nuestro interior

El tesoro real para terminar con nuestros sufrimientos y limitaciones, para finalizar con nuestras inquietudes e ignorancia, la búsqueda se emprende allí donde se encuentra: en nuestra "propio hogar" o nuestro interior.

Estas voces internas nos invitan a desentrañar los mensajes crípticos que nos son revelados a través del camino interior.